Desde el 2018 los profesores formados por YPV están trabajando en Kampala de manera seria y comprometida para ayudar a la infancia y la juventud que vive en situación de extrema vulnerabilidad.
Compartiendo con amor e ilusión técnicas que ayudan a sobrellevar situaciones de gran dificultad, su trabajo se centra en utilizar herramientas de yoga que se adecuan a diferentes situaciones, desde niños y niñas con autismo, o que están bajo tratamiento de quimioterapia, hasta pequeños y jóvenes que viven en situación de exclusion en barrios extremadamente empobrecidos.
El yoga ha sido introducido en escuelas, orfanatos y organizaciones.