Tanto el yoga como el arte se basan en la experiencia más que en la base intelectual. La mente puede intentar convencernos de muchas cosas, pero nuestro cuerpo y nuestra intuición creativa reflejan la verdad. Las emociones negativas se acumulan creando bloqueos en el cuerpo, por eso, al hacer técnicas específicas del yoga clásico, una persona puede acceder a la raíz las emociones, y esta energía puede ser canalizada a través de un proceso de creación artística, siendo este un medio profundo y claro de expresión del Ser. Estas herramientas experienciales son a la vez protectoras y sanadoras, y se basan en atender las necesidades del individuo para ayudarle a desarrollar sus fortalezas y desenvolverse mejor en la vida.